24 de abril de 2013

El Capilote

   Con el comienzo del deshielo en la Montaña de Riaño, comienzan a cubrirse los prados de una de las flores más bonitas que podemos ver en nuestra comarca, el capilote.

Capilotes brotando entre la nieve

   El capilote (Narcissus pseudonarcissus subsp. leonensis), también llamado lira en la Tierra de la Reina, es una planta perenne con un bulbo globular subterráneo, blanquecino en el interior y con una cubierta negruzca, que produce cada año hojas y flores. Las hojas son de color verde oscuro, con nerviación paralela y tienen una longitud de 30-40 cm. 
   La flor es grande (hasta 5 cm.) de color amarillo dorado, acanalada y con seis tépalos fusionados en un tubo (corola).
   Esta subespecie leonensis es exclusiva de la Cordillera Cantábrica, en su gran mayoría en la provincia de León, y habita en prados de montaña, brezales y claros de los bosques.
   Contiene ciertos componentes activos como alcaloides (pseudolicorina, narcisina y pretazettina), resina, pectina y mucílago. Se suele utilizar (siempre con precaución) para aliviar la tos nerviosa, la epilepsia y las fiebres intermitentes. Se ha observado una actividad favorable en el tratamiento de tumores y en la leucemia. Dosis muy altas provocan el vómito y son muy laxantes.
   La recolección de la flor debemos de realizarla cortándola y no arrancándola, cuando han pasado un par de días desde su tamaño definitivo y haya sido polinizada, para que florezca al año siguiente. Es conveniente no abusar de la recolección temprana, ya que pueden causarse daños irreparables, provocando que al año siguiente no podamos disfrutar de su floración. Además el capilote está incluido en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León, en la categoría de especie con aprovechamiento regulado y no se pueden recolectar más de 20 flores o bulbos.





Fiesta del Capilote

   En Riaño se celebra en el mes de mayo la Fiesta del Capilote, que se remonta a 1985. Fecha en la que se celebró el primer día del Capilote en el viejo Riaño. La celebración de este día surgió como protesta ante la notificación de desalojo de varias viviendas en Vegacerneja para hacer la nueva carretera. La fecha del desalojo era el 17 de mayo, razón por la que la fiesta tomó como símbolo el capilote, ya que estaba en plena floración.
   El segundo Día del Capilote se celebró en 1987, año en el que se cerró la presa y se inundó el valle, al que acudieron unas 1500 personas de la zona. Además de una gran manifestación, se celebró un gran corro de lucha leonesa, juegos infantiles y actuaciones musicales.
   La tercera edición ya no se produjo hasta el año 2006, cuando los mozos de Riaño retomaron esta fabulosa iniciativa para recordar a todas esas personas que lucharon por sus casas y sus tierras y para reivindicarse ante la situación de abandono y olvido a la que a sido sometida toda la comarca de Riaño.
 
   En el siguiente enlace podéis encontrar más información acerca de esta fiesta:

http://fiestadelcapilote.wordpress.com/







17 de abril de 2013

El pinar de Puebla de Lillo

   Esta maravilla de la naturaleza está situada entre Cofiñal y el Puerto de Las Señales. Se trata del único pinar natural y no procedente de repoblación de toda la provincia, además de ser, junto con la de Velilla del Río Carrión (Palencia), la masa más occidental de la distribución natural de Pinus sylvestris, exceptuando algún pie aislado que no forman masas en la Sierra de Xêrez (Portugal).
   Es el monte nº 485 del Catálogo de Utilidad Pública. Se encuentra enclavado dentro de los limites del Parque Regional de los Picos de Europa y, en concreto, en la Zona de Reserva R1 (PORN: DECRETO 9/1994). La totalidad de su extensión está afectada por la Red Natura: ZEPAS y LIC.



 
   En la zona más baja del pinar (1200-1600 m) se desarrolla una masa adulta de Pinus sylvestris acompañado de otras especies arbóreas como Quercus petraea y Fagus sylvatica que a veces forman grupos de espesura densa. El pinar es atravesado por dos arroyos, el del Páramo y el del Pinar, ambos afluentes del Porma. La zona alta del pinar abarca las pendientes más o menos marcadas y el pinar apenas alcanza una espesura completa presentándose de forma más aislada a medida que se asciende en altitud y aparece acompañado de Betula alba. Los pinos alcanzan una altitud de unos 1700 m y a partir de aquí se desarrollan enebrales y eriales interrumpidos por canchales más o menos extensos.



Vista más cercana de este prodigio de la naturaleza

Impresionante imagen en la que un pino
sale entre tres pies de abedules















   Las especies arbóreas acompañantes son hayas (Fagus sylvatica) abedules (Betula pubescens), robles albares (Quercus petraea)rebollos (Quercus pyrenaica), mostajos (Sorbus aria), serbales (Sorbus aucuparia), avellanos (Corylus avellana) y alisos (Alnus glutinosa). El sotobosque, está formado principalmente por arándanos (Vaccinum myrtillus), gayubas o uvas de oso (Arctostaphylos uva-ursi) y Daboecia cantabrica. También cabe destacar la presencia de un acebal en el interior del pinar. En las zonas más degradadas aparecen ericales formados por Erica tetralis y Erica australis, entre los más frecuentes. Además podemos encontrar el pteridófito Equisetum sylvaticum, que se desarrolla únicamente en esta zona y el briófito Sphagnum magellanicum que se desarrolla en las zonas de turberas. Se han identificado 22 asociaciones fitosociológicas, 19 de ellas incluidas en el listado de hábitat a proteger según la Directiva 92/43 CEE y , 5 de ellas son prioritarias. De los 200 taxones que componen el marco florístico, 12 están incluidos en la Lista de Flora de Interés de Castilla y León (Velázquez, 2005).

Equisetum sylvaticum

Sphagnum magellanicum


Detalle de la turbera del pinar
   La biodiversidad fúngica del pinar es increíble y me resultaría imposible abarcarla en una sola entrada. Solamente voy a prestar atención a las especies más singulares presentes en la turbera del pinar ya que es uno de los pocos lugares de la Península Ibérica donde podremos encontrarlas.

Arrhenia lobata

Galerina paludosa

Lactarius sphagneti

Suillus flavidus

Rickenella mellea
Rickenella swartzii
    Dentro del pinar destaca la presencia de uno de los animales más emblemáticos de la Cordillera Cantábrica, el urogallo (Tetrao urogallus cantabricus), que se encuentra catalogado como "en peligro de extinción" desde el año 2005 y lamentablemente su población sigue disminuyendo en la Cordillera Cantábrica debido a la fragmentación de su hábitat. También es una de las zonas de paso del oso pardo y es frecuente observar ungulados como el jabalí, el corzo y el ciervo. Además tiene una gran variedad de lepidópteros (entre los que destaca el endemismo Euchloe ausonia) y de himenópteros.

Macho de urogallo

Hembra de urogallo

Euchloe ausonia




Como podéis observar en la imagen antrrior el pinar tiene el acceso restringido y sólo se puede acceder a él con una autorización de la Junta de Castilla y León.
- Solicitud de autorización de visita:
Servicio Territorial de Medio Ambiente de León, Sección Espacios Naturales (Avda. Peregrinos s/n).    
Tel. 987 296 100. Fax: 987 296 125. 
En ella figurará el nombre de un responsable con copia de su DNI, el nº de acompañantes (max.15) y el día que se quiere ir. Todo con un mínimo de 15 días de antelación.






15 de abril de 2013

Camino Real PR LE-36

Características de la ruta:
  • Tipo de recorrido: Lineal
  • Punto de partida: Las Ventas de Valdoré
  • Punto de llegada: Las Salas
  • Longitud: 10 km (ida)
  • Duración: 3 horas y media (ida)
  • Desnivel: 80 m
  • Uso recomendado: Peatonal y cicloturista
  • Dificultad: Baja
  • Época recomendada: Todo el año
Mapa de la ruta
Perfil de elevación
 
Antes de la construcción de la carretera actual, a finales del siglo XIX, el Camino Real era una ruta por la que discurría todo el tránsito de viajeros, arriero y comerciantes de la comarca. Muchos de ellos remontaban el valle del Esla en dirección a Riaño y los pasos de Tarna, Pontón y San Glorio, salidas naturales de la Montaña Oriental Leonesa hacia Asturias y Cantabria. Debía ser una ruta muy concurrida a juzgar por las rodadas de carros que han quedado marcadas para siempre en algunos tramos empedrados.

Descripción de la ruta:
   La ruta se inicia en las Ventas de Valdoré, un reducido conjunto de edificios situados a un lado de la carretera que va de Cistierna a Riaño (N-625). Justo en este punto, el antiguo Camino Real que recorría el valle se separa del trazado actual de la carretera para ir ganando altura progresivamente por el interior de un precioso robledal. De este modo nos aproximamos al paraje de Los Dependidos, donde el camino, convertido en una pista de carros, pasa al pie de cortados rocosos mientras sobrevuela el cauce del Esla. El camino continua por el paraje conocido como el Pajar del Diablo, que se eleva sobre el río adaptándose a la curva del meandro. Esta zona termina en la Entrecisa, un tajo abierto en la peña que da paso a la magnífica vega de Villayandre y Crémenes, cerrada al fondo por la impresionante mole caliza de Las Pintas.

Comenzando la ruta entre robles

En primavera es frecuente encontrar junquillos blancos (Narcissus triandrus) en los bordes del camino

El Pajar del Diablo

La Entrecisa

Vegas de Villayandre, Crémenes y Las Pintas al fondo
   El camino desciende ahora hasta encontrarse con la carretera de Villayandre, a pocos metros del pueblo. La senda permite bordear las huertas de la periferia del pueblo para continuar avanzando entre chopos y praderías, sin apenas desnivel, hasta las inmediaciones de Crémenes, pueblo que queda al otro lado del río. Nuestra ruta continúa por la carretera que sube a Argovejo para dirigirse a la Ermita de la Virgen de Pereda, un lugar ideal para detenernos a reponer fuerza en el área recreativa que está en sus inmediaciones, así como para recargar nuestras cantimploras en su fuente.

En este trozo del camino podemos observar bien la calzada

De camino hacia la Ermita de la Virgen de Pereda

Una juguetona ardilla

Ermita de la Virgen de Pereda

Fuente
   Una vez hemos descansado, proseguimos la marcha por la pista que nace a la izquierda de la calzada, de nuevo en busca de las risueñas orillas del Esla. Poco a poco el valle se va estrechando, dejando cada vez menos sitio a los prados y elevándose las laderas a nuestro lado de forma impetuosa y agreste, en caóticos afloramientos calizos salpicados de un arbolado perenne de sabinas centenarias. El Sabinar de Crémenes es una de las Zonas de la Reserva del Parque Regional de Picos de Europa. Su importancia viene dada por su buen estado de conservación y por el carácter relicto de este tipo de bosques en la Cordillera Cantábrica, donde aparecen de forma muy local, asociados a sustratos calizos y suelos poco desarrollados. Las sabinas crecen de forma desligada, destacando algunos ejemplares extraordinariamente viejos, de tronco grueso y descortezado. Al salir del sabinar continuamos por una umbría zona donde abundan las hayas y pasamos junto al precioso refugio de los pescadores. Continuamos nuestra marcha cómodamente por el margen derecho del río hasta llegar a un área recreativa frente al Caserío de Las Salas.

Llegando a la zona del sabinar

Preciosa vega entre el sabinar y el Esla

El Esla y el Sabinar de Crémenes al fondo

Refugio de los Pescadores de Las Salas

Las Salas
Primula veris. Muy abundante en la última parte del recorrido

10 de abril de 2013

Pico Aguasalio

Características de la ruta:
  • Tipo de recorrido: Circular
  • Longitud: 6 km aproximadamente (ida)
  • Duración: 3 horas y media (ida)
  • Desnivel: 629 m
  • Uso recomendado: Peatonal
  • Dificultad: Media
  • Época recomendada: Todo el año, excepto con nieve
Mapa de la ruta
Perfil de la ruta
Descripción de la ruta:
   Salimos de Argovejo por el camino de los Barriales, que pasa por delante del cementerio, y remontamos la loma de La Collada. En este alto tomamos el camino de la izquierda, más estrecho y que se aprieta entre robles y piornos. Tras una leve bajada hacia el Arroyo de Valdepino iniciamos una fuerte ascensión por la solana de la Sierra de los Frailes, cubierta de brezo blanco y escobas sobre los que destacan grandes y solitarios rebollos. Esta subida termina a los pies de un repetidor instalado sobre una peña caliza en la que crecen hermosas sabinas y desde la que tenemos una preciosa vista del Valle de Argovejo.
   En el sitio donde termina la pista del repetidor sale a mano derecha un camino en dirección al bosque que cubre la umbría cara norte del Pico Aguasalio. Al llegar frente a las primeras hayas, seguimos un camino ancho y bien marcado que desciende a la izquierda por el interior de la foresta hasta salir a la primera pradera de Las Barriaticas. Entonces giramos a la derecha por una senda que asciende con esfuerzo la ladera, evitando los cortados que cuelgan a uno y otro lado para entrar de nuevo en el bosque. a partir de aquí la ruta atraviesa un precioso hayedo hasta desembocar en las praderas del Puerto de Tejedo.
   En la entrada al Puerto de Tejedo, el sendero atraviesa un paso estrecho entre rocas (El Contadero), que antaño aprovechaban los pastores trashumantes para censar sus rebaños. Esta operación tenía lugar hacia el mes de junio a su llegada al puerto, y se repetía en septiembre-octubre cuando lo abandonaban para regresar a sus fincas de Extremadura.
   Hasta este punto llegamos sin problemas siguiendo el PR-LE 50, ya que toda la subida está muy bien señalizada.

Inicio de la ruta

Entrando al hayedo con medio metro de nieve

Hayedo de las Barriaticas

Lobaria pulmonaria (liquen protegido muy abundante en este hayedo)

Llegando a la parte alta del hayedo

El Contadero

Tejedo desde El Contadero

Tejedo desde el Collado de Argovejo
Subida al Aguasalio
 
   Una vez hemos llegado al Puerto de Tejedo, giramos a la derecha nada más pasar El Contadero y subimos la ladera pedregosa por donde mejor podamos hasta llegar a la cima del Pico Aguasalio (1709 m). Se trata de una corta y sencilla subida que sin duda merece la pena para observar las espectaculares vistas que nos depara la cima del.

Comenzando la subida al Aguasalio

Tejedo desde la ladera

Cima del Pico Aguasalio

El Repetidor de Sotillos de Sabero desde la cima




Cima y ladera por la que hemos subido
   El descenso lo podemos realizar por el mismo sitio o también podemos continuar cresteando hasta llegar al Pico Roscas para luego descender al Collado de Argovejo, en la parte alta de Tejedo.
   Una vez de regreso a Tejedo merece la pena asomarse al valle hundido que corre bajo la Peña Acebedo y que se pierde en la garganta de Las Escaleras.